Elementos de gran valor del Budismo

Como ya fue mencionado anteriormente, la devoción y la meditación son elementos muy importantes en la religión budista. Estas dos prácticas se deberían poner en práctica en esta sociedad para un alto desarrollo humano. Las raíces de estas prácticas surgen de la doctrina ética de la religión budista. Como lo hemos visto anteriormente, la combinación de estos dos elementos se enfoca en primera instancia a ampliar la capacidad de conciencia (meditación) y sus ventajas respectivas. 

Una vez logrado este otro nivel de conciencia, que nos abre una perspectiva totalmente diferente de la propia persona y del mundo que nos rodea, entra la devoción. Este factor es esencial para una mejora de la sociedad actual. Devoción significa un compromiso fuerte consigo mismo y con el prójimo. Esta práctica, por ende, nos guía de cierta manera a conocernos primeramente a nosotros mismos, para enfocarnos posteriormente a ayudar al prójimo.

Relacionarse entre personas humanas, ya sean relaciones amistosas, amorosas o de otro tipo, es lo que une, separa y caracteriza al ser. El hecho de poder ayudar a alguien, en el mayor de los casos, fortaleza una relación. Justamente este sentimiento de gratitud nos llena de un sentimiento agradable, que nos hace sentir mejor. El ser humano por naturaleza siempre busca ser parte de una sociedad, busca integración. ¿Qué forma es más efectiva para integrarse que ayudar y compartir?

La doctrina ética que justifica y funge como guía, es el noble sendero óctuple con sus elementos: Comprensión, pensamiento, discurso, acción, sustento, esfuerzo, atención, concentración correcta. El buen equilibrio entre todas estas partes es, según el budismo, el camino que lleva al nirvana, al estado máximo de espiritualidad. Pero justamente esto es el reto de los seguidores del budismo.